Los actos violentos pueden ser manifestaciones simples (miradas, gestos faciales, ademanes, chasquidos de dedos, entre otras) hasta otras más complejas (gritos, ofensas, burlas). Estos actos se tornarán en acoso cuando ocurran de forma repetitiva, sistemática y con prolongación en el tiempo, en contra de una persona trabajadora. No existe una lista definitiva de dichos actos, pero a continuación se indican algunos ejemplos:
Haga clic en cada opción para conocer los ejemplos.
a) Ataques para entorpecer el desempeño laboral:
- Mover a una persona de su lugar habitual sin justificación aparente.
- Limitar el acceso a información, herramientas y materiales necesarios para llevar a cabo la labor.
- Propiciar acciones que induzcan al error en el desempeño de las tareas.
- Asignar tareas inútiles y diferentes al puesto.
- Dar mucho trabajo con poco tiempo con la intención de que la persona trabajadora no logre realizarlo.
- Asignar tareas mínimas o ninguna.
- Asignar tareas muy por debajo de sus capacidades.
- Asignar tareas degradantes.
- Asignar tareas con información errónea.
- Hacer constantes amenazas de despido, traslado o sanciones.
- Realizar múltiples actos disciplinarios sin evidencia de error.
- Ignorar y hacer burla de las ideas propuestas.
- Juzgar el desempeño de una persona de manera ofensiva.
- Descalificar el conocimiento y la experiencia.
- Reaccionar de manera reiterativa, desproporcionada o humillar a la persona trabajadora por cometer un posible error u omisión.
- Tomar acciones contra la persona trabajadora que realiza alguna denuncia por acoso laboral.
- Irrespetar el equipo, herramientas y materiales de trabajo que están bajo responsabilidad de la víctima.
b) Ataques a las relaciones sociales y comunicación de la persona acosada:
- Aislar, marginar e invisibilizar socialmente.
- Excluir de actividades propias del trabajo como reuniones, correos electrónicos e instrucciones, entre otros.
- Excluir o no consultar sobre el interés de participar en actividades sociales durante la jornada laboral.
- Ubicar físicamente en espacios laborales alejados y en condiciones desfavorables.
- Desincentivar el contacto con otros compañeros y compañeras debido a que es mal visto por la persona acosadora.
- Limitar la información, recursos y materiales requeridos para llevar a cabo las tareas.
- Hacer miradas o gestos descalificantes.
- Evitar hablarle directamente, optando por enviarle mensajes a través de terceras personas.
- Tratar a una persona como si no existiera (ninguneo).
c) Ataques personales:
- Fomentar burlas sobre la persona, su trabajo y apariencia.
- Realizar y difundir comentarios humillantes.
- Crear rumores o calumnias para desprestigiar a la víctima.
- Ofender e intimidar a la persona trabajadora por medio de mensajes, llamadas telefónicas y mensajes virtuales.
- Empujar, golpear objetos o tirar puertas para asustar a la persona trabajadora.
- Hacer parecer incompetente o incapaz a una persona.
- Justificar que el acoso es por culpa de la víctima.
- Mofarse de alguna situación de vulnerabilidad (salud, economía, discapacidad, relaciones de pareja, estado civil, entre otros) que afecta a la persona trabajadora.
- Imitar los gestos o voces de una persona.
Revisemos a continuación un testimonio donde se pueden ver ejemplificadas las conductas descritas anteriormente.