Se puede considerar una unidad externa de almacenamiento cualquier dispositivo que permita guardar datos y archivos fuera de la unidad principal de una computadora.
También son conocidas como almacenamiento auxiliar o secundario, y desde sus inicios han sido instrumentos sumamente útiles para el resguardo y traslado de información digital de diversos tipos.
Al igual que con los demás elementos que componen las TIC, estos dispositivos han evolucionado según los requerimientos y los avances tecnológicos, aumentando su capacidad y reduciendo sus costos para la persona usuaria final.
Entre sus bondades se pueden mencionar:
Portabilidad
- Permiten transportar datos fácilmente entre diferentes computadoras o dispositivos, debido a que los estándares de la industria son ampliamente compatibles.
Capacidad de almacenamiento
- Amplían el espacio disponible en el almacenamiento principal de la computadora, pudiendo liberar el espacio para archivos del sistema o aplicaciones.
Copias de seguridad
- Sirven para guardar copias de seguridad de los datos.
Flexibilidad
- Permiten acceder y modificar datos en diferentes dispositivos, dado que soportan lectura y escritura.

El uso de unidades externas de almacenamiento también representa riesgos para la seguridad y confiabilidad de la información, por ello se recomienda siempre tener planes de contingencia ante cualquier amenaza, como copias de respaldo y el uso de software antivirus.

Algunos riesgos pueden ser: pérdida de la información por exposición a virus y malware, pérdida de la información debido a daño físico del dispositivo, mínima seguridad y confidencialidad de la información, debido a la falta de mecanismos propios de seguridad de las unidades externas.