
La alfabetización en salud se consolida como una competencia indispensable que las personas asistentes y cuidadoras de personas adultas mayores deben mejorar continuamente para transformar la información de salud en acciones concretas que mejoran la calidad de los cuidados. Es por esta razón que, a lo largo de esta guía, se ha destacado la importancia de desarrollar habilidades en cuatro dimensiones clave: acceso, evaluación, comprensión y aplicación de información confiable y segura.
El dominio de estas competencias no solo fortalece la capacidad de tomar decisiones informadas y prevenir riesgos, sino que también, optimiza la comunicación con el equipo de salud y empodera a las personas asistentes y cuidadoras en su rol mediador. La verificación de fuentes, la interpretación adecuada de instrucciones médicas y el monitoreo sistemático de la salud son prácticas que, integradas de manera coherente, contribuyen a un cuidado más humano, seguro y efectivo.
En síntesis, esta guía refuerza que invertir en la mejora de la alfabetización en salud no es opcional, sino fundamental. Constituye el pilar para una atención centrada en la persona que promueve, de forma simultánea, el bienestar y la autonomía de las personas adultas mayores. La aplicación constante de estos principios asegura una asistencia de calidad, basada en evidencia y alineada con los más altos estándares internacionales de salud.
Alfabetización en salud para la asistencia de personas adultas mayores
Conclusión
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