A partir de la industrialización, el planeta ha venido sufriendo las consecuencias de la contaminación y los cambios climáticos producidos por la mala gestión de los deshechos y el calentamiento global.
Dos de los factores determinantes en este fenómeno han sido la producción de energía y el manejo de residuos sólidos, procesos inherentes a las actividades asociadas a la fabricación y uso de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC).
Si bien es cierto que se realizan mejoras en los procesos de uso, fabricación y de disposición de los residuos sólidos, la innovación acelerada y el consumismo han contribuido enormemente a potenciar los efectos negativos.