Saltar la navegación

Ahorro de papel y energía

En la era de la digitalización, resulta contradictorio que las personas y las organizaciones no apliquen medidas ni establezcan políticas en contra del excesivo e irracional uso del papel.

Las desventajas en el uso desmedido del papel van desde el costo económico y ecológico de la producción de este, hasta el costo del almacenamiento y mantenimiento, el riesgo de pérdida sea por un siniestro o provocado, la dificultad en la manipulación y localización de la información; y la pérdida de vigencia de esta.
 

Muchos gobiernos han implementado políticas en favor del ahorro de papel, las cuales van desde la simplificación de trámites y el almacenamiento en la nube, hasta el gobierno digital.

Afortunadamente, cada vez son más las organizaciones públicas y privadas que se unen a esta iniciativa; y cada vez son más las personas que amplían su cultura en torno al uso de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), para la realización de trámites y gestiones, ahorrándole al país grandes cantidades de recursos, tiempo y esfuerzo.

Por otra parte, la industria ha tomado iniciativas en cuanto a la fabricación de equipos más eficientes que requieren una menor cantidad de energía para funcionar, que generan menos calor, que optimizan el uso de los recursos, por ejemplo imprimiendo en ambos lados del papel, o que funcionan con suministros recargables, entre otras medidas.

En el caso de los equipos de cómputo, la gran mayoría vienen dotados con sistemas para el ahorro de energía, que los hacen entrar en modo de ahorro luego de un período de inactividad.
El monitor o la pantalla es uno de los componentes que más consumen energía, por lo cual es recomendable apagarlo o activar el protector de pantalla negro, cada vez que no se use.