Los navegadores web son aplicaciones diseñadas para permitir a las personas usuarias acceder y visualizar la información de Internet. Tienen la capacidad de interpretar el código con que están elaboradas las páginas web y presentarlo en la pantalla de un dispositivo, como una computadora, tableta, o teléfono inteligente.
En el mercado existe una amplia gama de navegadores, según los gustos y necesidades de las personas usuarias, pero su función principal sigue siendo facilitar la navegación por la World Wide Web (www), permitiendo la interacción con sitios web y sus contenidos.

En términos generales, un navegador debe cumplir al menos con las siguientes funciones:
Visualizar el contenido en diferentes formatos: texto, imágenes, vídeos, entre otros tipos de contenido multimedia.
Facilitar la navegación entre diferentes páginas web, a través de enlaces (hipervínculos) y la inserción de URL’s.
Funcionar como intermediario con los servidores web, para solicitar y recibir la información.
Adicionalmente, se han agregado funcionalidades para personalizar la experiencia de la persona usuaria en la navegación; por ejemplo, la gestión de marcadores, favoritos e historial, descargas, extensiones y contraseñas de acceso.
Como no podía ser de otra manera, la integración de IA en los navegadores y motores de búsqueda es una realidad que ha revolucionado el uso de estas herramientas, permitiendo una interacción mucho más fluida y procesos intuitivos, al incorporar modelos de lenguaje natural y aprendizaje automático.
