Versatilidad de materiales: puede cortar una amplia gama de materiales, incluyendo metales (incluso reflectantes como cobre y latón), piedra, vidrio, cerámica, plásticos, caucho, materiales compuestos, textiles e incluso alimentos.
Corte en frío: al no generar calor en el proceso, no altera las propiedades del material, evitando deformaciones, tensiones residuales o zonas afectadas térmicamente. Esto es crucial para materiales sensibles al calor.
Acabado de calidad: produce bordes limpios y lisos, a menudo sin necesidad de procesos de acabado secundarios.
Precisión: puede lograr cortes complejos y detallados con una alta precisión, con tolerancias que en algunos casos pueden alcanzar ±0.025 mm (±0.001").
Cortes gruesos: es capaz de cortar materiales de gran espesor, incluso superiores a los 200-300 mm en algunos casos, lo que supera la capacidad de otros métodos como el láser.
Seguridad y ecología: no genera humos, gases tóxicos ni chispas, lo que lo convierte en un proceso más seguro y respetuoso con el medio ambiente. Los residuos generados (agua y abrasivo) pueden ser reciclados o eliminados de forma relativamente sencilla.
Aprovechamiento del material: el ancho de corte es generalmente pequeño (entre 0.1 y 1.5 mm), lo que permite optimizar el uso del material y reducir el desperdicio.
Fuerzas de corte mínimas: ejerce una fuerza mínima sobre el material, lo que simplifica la sujeción de la pieza.
Rentabilidad: aunque la inversión inicial en maquinaria puede ser alta, los costos operativos pueden ser bajos, ya que no requiere consumibles costosos como refrigerantes o cuchillas que necesiten reemplazo constante. El agua y el abrasivo pueden reciclarse.
Desventajas
Velocidad de corte: generalmente es más lento que otros métodos como el corte por láser, especialmente en materiales delgados. Esto puede afectar la productividad en grandes volúmenes.
Profundidad de corte limitada: aunque puede cortar materiales gruesos, la velocidad disminuye significativamente con el aumento del espesor.
Costo inicial: la maquinaria de corte por chorro de agua puede tener un costo de adquisición e instalación elevado, requiriendo también más espacio.
Ruido: el proceso puede ser ruidoso, lo que requiere el uso de protección auditiva.
Mantenimiento: requiere un mantenimiento adecuado de la bomba de alta presión y otros componentes. Existe un riesgo de fallo del orificio por la alta presión.
Problemas de tamaño de orificios y ranuras: los cortes pueden tener un radio que coincide con el ancho del chorro.
Manejo de residuos: aunque los residuos son generalmente no tóxicos, el agua residual y el abrasivo deben manejarse adecuadamente.