En Costa Rica como en otros países existen cambios demográficos y la transición en cada uno es diferente, antes se tenían más hijos (as) por familia que hoy en día, debido a estos cambios, la transición demográfica se ve alterada, aumentando la proporción de personas mayores con respecto a la población total.
En otras palabras, cada vez hay más personas mayores en comparación con grupos de personas de otras edades.

Mitos y realidades de las personas adultas Mayores
Los mitos son historias que se basan en la tradición, algunos pueden tener orígenes reales, mientras que otros son completamente ficticios.
Tanto los estereotipos como los mitos en torno al proceso de envejecimiento, a la etapa de la vejez y a las personas adultas mayores, se aprenden desde la infancia, y se transmiten y reproducen durante el proceso de socialización.
Son negativos, porque deforman la realidad e implantan la costumbre de juzgar sin conocer.
Es importante informarse sobre este tema. Esto evitará tener ideas erróneas sobre las personas adultas mayores.
Algunos de los mitos y estereotipos más frecuentes de la persona adulta mayor en Costa Rica son:
Haga clic en las flechas laterales para conocerlos, o en los números en la parte posterior
Mito: El viejismo
Consiste en atribuirle a la edad todo tipo de cosas negativas, con esta visión se diferencia entre personas adultas mayores y el resto de la población, para rechazar y discriminar. Por ejemplo: “Va uno de bajada” “Ser viejo es ser menos feliz”
Realidad: Se puede vivir una vejez muy satisfactoria y con calidad. Durante el curso natural del ciclo vital, el ser humano presenta cambios específicos para cada etapa de la vida a los cuales, hay que dar paso. Se debe reconocer que cada etapa es distinta y que no deben compararse negativamente pensando que las etapas anteriores a la vejez fueron mejores.
Mito: Vejez igual a enfermedad
La vejez no es sinónimo de enfermedad. El estado de salud de una persona está relacionado con sus hábitos y estilos de vida, en los cuales intervienen historias de vida, y la capacidad de adaptación a cambios biológicos, emocionales y sociales, por lo que, las enfermedades no son producto o sinónimo de vejez. Por ejemplo: “Uy ya estoy vieja me duele todo”.
Realidad: Nadie envejece de igual manera, ni envejece por otro, tanto el proceso de envejecimiento como la etapa de la vejez son vivencias únicas y personales. Es importante considerar la diversidad, la heterogeneidad y los diversos intereses, capacidades y potencialidades de las personas adultas mayores.
Mito: Infantilización
Generalmente escuchamos la frase “es que las personas mayores son como niños”. Pensar así podría generar un trato desigual para la persona adulta mayor, por ejemplo, sobreproteger, mimar o tomar decisiones por ellos. Ese trato sería irrespetuoso e inapropiado; lo que podría llevarnos a asumir una posición de autoridad y control, impidiéndoles tomar sus propias decisiones, dando como resultado una visión perjudicial para su autoimagen y valía; actitudes que son formas graves de discriminación y de agresión que atenta contra la dignidad, el respeto y la imagen de la persona adulta mayor. Por ejemplo: “Ya hay que tratarlos como niños”.
Realidad: Las personas adultas mayores son eso, adultas, capaces de tomar sus propias decisiones. Existen actividades variadas de esparcimiento, educativas, de convivencia y de capacitación, en las que las personas adultas mayores se pueden integrar para mantener la autonomía y la independencia para fortalecer su autoestima
Mito: Deterioro intelectual
Creer que toda persona adulta mayor ya no puede aprender, que todo se le olvida y que tarde o temprano tendrán una incapacidad mental. Por ejemplo: “Está demente todo se le olvida”.
Realidad: Las personas adultas mayores tienen tanta capacidad para aprender como cualquier otra persona. De igual forma las enfermedades mentales no son propias de la vejez y su aparición en esta etapa de la vida no puede generalizarse. Lo que cambia es la agilidad, pero no la habilidad.

Mito: Mal carácter
Decir que todas las personas adultas mayores tienen mal carácter es un mito y las encasilla. Por ejemplo: “Son muy tercos y testarudos”. “Son una bomba de tiempo”.
Realidad: ”El mal carácter no es producto de la edad si no de la personalidad”. Al decir que todas las personas adultas mayores tienen mal carácter constituye un estereotipo y las encasilla. Generalmente este concepto viene de personas que han tenido experiencias con personas adultas mayores de mal carácter y por lo tanto llegan a creer que todas son así.
Mito: Todas las personas adultas mayores pierden su autonomía
Se cree que por ser mayores ya no pueden tomar sus decisiones, y que no saben que es lo mejor para ellas. Por ejemplo: “Ya hay que tomar las decisiones por ellos”.
Realidad: Las personas adultas mayores en su mayoría son autónomas, autovalentes e independientes. Sólo en circunstancias especiales serán incapaces de tomar una decisión o de ofrecer una opinión sobre lo que es más importante para ellas.
Mito: Improductividad
Se les considera improductivas por estar jubiladas. Por ejemplo: “Ya no sirven para nada” “Ya están para estar sentados descansando”.
Realidad: Las personas adultas mayores dan un gran aporte social con su conocimiento y experiencia, su consejo a personas más jóvenes y en su participación en actividades domésticas como reparaciones en el hogar, mandados, cuido de nietos o de personas menores de edad.
Las Personas Adultas Mayores son víctimas de los estereotipos y mitos en su vida diaria, es nuestra meta hacer las cosas mejor, aprender de los mitos y de lo que hemos hecho mal, para ofrecer una mejor calidad de vida a la Persona Adulta Mayor. Una vida libre de mitos genera, una vida sana, segura y participativa. Debemos erradicar los mitos en contra de las Personas Adultas Mayores.
Normativa nacional vigente relacionada con las personas adultas mayores en el servicio de transporte público
Ley integral para la persona adulta mayor N° 7935:
- Se le llama Persona Adulta Mayor (PAM) a “Toda persona de sesenta y cinco años o más y toda persona con síndrome de Down mayor de cuarenta años. Artículo 2.


- Se les brinda la protección jurídica y psicosocial a las personas adultas mayores afectadas por la violencia física, sexual, psicológica y patrimonial. Artículo 2.
- La persona adulta mayor tiene derecho al trato preferencial cuando efectúe gestiones administrativas en las entidades públicas y privadas. Artículo 3.


- Las personas adultas mayores tendrán derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral. Este derecho comprende la protección de su imagen, autonomía, pensamiento, dignidad y valores. Artículo 6.
- Se prohíbe publicar, reproducir, exponer, vender o utilizar, imágenes o fotografías de personas adultas mayores para ilustrar informaciones referentes a acciones u omisiones que se les atribuyan, sean de carácter delictivo, que atenten contra la moral o las buenas costumbres. Artículo 7.


- Toda persona adulta mayor, mediante la presentación de su cédula de identidad, en caso de ser costarricense o en caso de ser extranjera, cédula de residencia o pasaporte, gozará de los beneficios de transporte público remunerado de personas. Artículo 11.
- Toda institución pública o privada, que brinde servicios al público deberá mantener una infraestructura adecuada, asientos preferenciales y otras comodidades para el uso de las personas adultas mayores que los requieran; además, deberá ofrecerles los recursos humanos necesarios para que se realicen procedimientos alternativos en los trámites administrativos, cuando tengan alguna discapacidad. Artículo 13.

- Será sancionado con prisión de uno a tres meses quien ejerza contra una persona adulta mayor, una acción u omisión que produzca, el daño de su integridad física, cuando los daños no lleguen a determinar algún tipo de incapacidad. Artículo 58.


- En el transporte público, el Estado deberá exigir la existencia de asientos preferenciales debidamente señalados para las personas adultas mayores, así como la eliminación de
barreras arquitectónicas. Artículo 13.

- Será sancionado con prisión de uno a seis meses quien, por cualquier medio, ejerza presión psicológica destinada a degradar o manipular los comportamientos y las creencias de una persona adulta mayor, cuyo resultado sea perjudicial para su salud psicológica. Artículo 60.
Condiciones que pueden presentar las personas adultas mayores usuarias del transporte público

Haga clic sobre cada condición para saber de ella
Movilidad reducida
- Dificultad para caminar largas distancias.
- Necesidad de apoyos.
Dificultades de la visión
- Reducción de agudeza visual.
- Mayor sensibilidad al deslumbramiento y a la luz intensa.
Dificultades de la audición
- Pérdida auditiva parcial o total.
- Dificultad para entender conversaciones en entornos ruidosos.
Dificultades cognitivas
- Dificultades de memoria a corto plazo.
- Menor capacidad de atención y concentración.
Fragilidad física
- Mayor susceptibilidad a caídas y lesiones.
- Menor resistencia física y rapidez de movimiento.
Protocolo para la atención de personas adultas mayores
usuarias del transporte público

Nos corresponde como ciudadanos y personas conductoras del transporte público garantizar a las personas adultas mayores igualdad de oportunidades y una vida digna en todos los ámbitos, por esa razón, es de gran importancia dar un trato cortés y de calidad, ya que con ello cumplimos con lo dispuesto por la ley y damos un mayor valor al servicio que prestamos.
Debemos brindarle:
- Validación del derecho a viajar con cédula de identidad.
- Devolución inmediata de la cédula de identidad.
- Facilitación de la cédula de identidad a la persona adulta mayor en su asiento.