El sistema operativo del equipo, sea este de escritorio, portátil o inclusive un dispositivo móvil, es la llave de entrada para la operación y el máximo aprovechamiento de los recursos, pero también juega un papel fundamental en la seguridad informática.

Al actuar como la base para la seguridad del dispositivo implementando medidas de protección, como el control de acceso y la gestión de permisos, mantener en buen estado el sistema operativo es el primer paso en la seguridad informática.

Un buen mantenimiento del equipo incluye ciertas tareas como realizar limpiezas periódicas, contar con un buen antivirus y firewall, aplicar las buenas prácticas y también mantener actualizado el sistema operativo.

Actualizaciones automáticas

Los proveedores de sistemas operativos los actualizan periódicamente para corregir vulnerabilidades y mejorar la protección contra amenazas, además muchos de ellos incluyen herramientas de seguridad integradas, como firewalls, software antivirus y herramientas de detección de malware que se mantienen actualizados según los riesgos y amenazas que surgen.

Gracias a la conectividad, los sistemas operativos realizan actualizaciones automáticas, de modo que automáticamente detectan cuando es necesario y no requiere realizar una reinstalación del sistema para poder contar con ellas.

Es usual que el sistema le notifique a la persona usuaria que hay actualizaciones disponibles por parte del proveedor y que le permita definir o programar el momento para realizar la actualización, de modo que no interfiera con el trabajo regular.

Una vez actualizado el sistema operativo, será necesario reiniciar el equipo, para hacer efectivos los cambios.

Parches de seguridad

Los parches de seguridad son parte de las actualizaciones del sistema operativo, las cuales ocurren automáticamente con frecuencia. Estas porciones de software denominadas ‘parches’ abordan vulnerabilidades de seguridad en programas y sistemas operativos, corrigiendo errores y portillos que podrían ser utilizados por eventuales atacantes.

La instalación y/o mantenimiento de los parches de seguridad previenen los ataques, pero también protegen los sistemas de amenazas latentes en la red, como el malware; además, previenen la filtración de datos y mantienen la integridad del sistema.

La mayor parte de los parches se instalan de forma automática, pero también existen algunos que deben ser programados o instalados por el Administrador del sistema. En las organizaciones, la persona encargada de la ciberseguridad tiene a cargo la gestión de parches, para aplicar las actualizaciones a todos los equipos de forma centralizada, según las políticas organizacionales.