Los virus son un tema inevitable cuando se habla de tecnologías de información y comunicación. Desde sus primeras apariciones han evolucionado al mismo ritmo que la tecnología y existe gran cantidad de ellos, de distintos tipos y con diferentes objetivos, se transmiten principalmente a través de Internet y de dispositivos de almacenamiento portátiles.

De la misma forma, han sido desarrollados numerosos antivirus por parte de distintos fabricantes, con el propósito de proteger y desinfectar los equipos. Actualmente, existen muchas posibilidades tanto gratuitas como de pago, cada una con ventajas y desventajas obvias con relación a su precio. Sin embargo, dentro de las alternativas gratuitas, se pueden identificar algunas muy confiables, debido a su trayectoria.

Para acceder a la descarga de antivirus se puede visitar la página web oficial del desarrollador, o encontrar opciones gratuitas en las tiendas de aplicaciones correspondientes de cada sistema operativo.
Cualquiera de las dos alternativas proporciona información relevante sobre el producto, además de revisiones u opiniones por parte de las personas usuarias, las cuales pueden ayudar a tomar una decisión, sobre qué producto utilizar.
Instalación
Antes de instalar cualquier antivirus, es necesario descargar el paquete de archivos de instalación que generalmente se brinda en formato comprimido.
Para realizar la instalación, es necesario que la persona tenga derechos de administración en el sistema o bien, sea un usuario con derechos de instalación de software.
Una vez finalizada la descarga, se debe localizar el paquete y proceder según las instrucciones del proveedor; generalmente, esto implica buscar un archivo ejecutable que se encargará de realizar la extracción e instalación por medio de un asistente.
El asistente irá presentando diferentes cuadros de diálogo en los cuales la persona debe agregar o seleccionar información como, por ejemplo, la ubicación de los archivos y si se desea agregar un acceso directo a la aplicación.

Cuando el antivirus se ha instalado exitosamente, el sistema enviará un mensaje y requerirá que lo reinicie, para hacer efectivos los cambios.
Generalmente, los antivirus poseen extensiones que protegen los puntos vulnerables, por ejemplo, los navegadores de Internet, la lectura de unidades externas como memorias USB o discos duros externos, así como los mensajes de correo electrónico.
Actualización
Al igual que cualquier otra aplicación, los antivirus cuentan con mantenimiento y actualización por parte del fabricante, por ello para contar con todos los recursos es necesario mantener actualizado el antivirus del equipo.
Las actualizaciones se realizan de forma automática en tanto se cuente con conectividad; el software detecta automáticamente la existencia de una actualización que no ha sido descargada y realiza el procedimiento sin que las personas usuarias se enteren.
En algunas ocasiones, si no se cuenta con conexión permanente a Internet, es posible que la persona usuaria debe realizar la actualización de forma manual; para ello es necesario contar con una conexión segura y confiable, para realizar la descarga.
Al abrir la aplicación del antivirus, ya sea mediante el ícono o buscándola en el menú de aplicaciones del sistema operativo, debe dirigirse a la opción de actualización y ejecutarla.
En todos los casos, lo recomendable es leer la documentación para detalles y configuraciones específicas.
Escaneo
El escaneo, ya sea automático o solicitado por la persona usuaria, es una de las principales acciones del software antivirus. Este consiste en un análisis exhaustivo del contenido de cierta unidad en busca de software malicioso o malware, sea este de cualquier tipo como gusanos, troyanos o spyware.
El software antivirus realiza un recorrido por todas las aplicaciones, archivos creados por la persona usuaria (como documentos o imágenes), carpetas y también por los archivos del sistema, buscando coincidencias con su base de datos de malware; por ello es tan importante mantenerlo actualizado. Cuando se detecta una coincidencia, toma medidas para neutralizar la amenaza, la cual puede ser la desinfección inmediata, poner en cuarentena el elemento o inclusive borrarlo.

Es una buena práctica cada vez que introducimos una unidad externa en nuestro equipo, someterla a un escaneo antes de empezar a trabajar con ella, para evitar cualquier infección y propagación.
La mayor parte de los antivirus detectan en el momento en que se introduce una unidad externa, pero la persona usuaria también lo puede hacer mediante la aplicación de la herramienta.