Las preguntas son una oportunidad para aclarar dudas y mostrar dominio del tema, pero si no se gestionan adecuadamente pueden desviar la atención o generar tensión.
Estrategias clave:
Escuche activamente
- Deje que la persona termine de formular su pregunta antes de responder.
Parafrasee
- Repita con sus palabras la pregunta para confirmar que la entendió.
Responda de forma estructurada
- Inicie con una idea principal, luego agregue detalles o ejemplos.
Si desconoce la respuesta
- Reconózcalo con honestidad y ofrezca buscar la información.
Manejo de interrupciones
- Agradezca la participación, pero proponga responder al final si la pregunta interrumpe el hilo de la presentación.
Preguntas difíciles o críticas
- Mantenga la calma, use un tono respetuoso y centre la respuesta en los hechos, no en la confrontación.
Ejemplo práctico:
Durante una exposición sobre sostenibilidad, una persona pregunta: “¿De verdad cree que esta estrategia funciona en empresas pequeñas?”.
Puede responder: “Excelente pregunta. Sí, funciona porque las medidas de eficiencia energética no dependen del tamaño de la empresa, sino de cómo se aplican. Por ejemplo, cambiar a iluminación LED reduce costos en cualquier contexto”.
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