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Teoría de género

El género se refiere a las expectativas, roles y comportamientos construidos en la sociedad; se asocian a las identidades femeninas, masculinas y otras. No es algo biológico, es una construcción cultural, social e histórica.
La socialización de género es el proceso mediante el cual las personas aprenden y aceptan las normas y valores que se asocian con su género, desde las cuales se construye y reproduce la identidad de género.

El género es algo que se aprende a través de la socialización. Este aprendizaje se relaciona a la violencia basada en cada género, que se convierte en una herramienta para conservar una posición dominante y se presenta de distintas formas, desde la violencia física y sexual hasta la violencia simbólica y psicológica.
En la construcción social del género se establecen las diferencias y rangos entre los hombres y las mujeres. La desigualdad de género es un problema social que se manifiesta en diferentes formas de discriminación y violencia principalmente contra las mujeres.

Las reglas y roles que se asocian con los géneros masculino, femenino y otros se educan desde la cultura, a lo largo de la vida. La comunicación de estas normas y roles se da mediante medios como: familia, escuela, medios de comunicación e interacción social. La socialización de género influye en diferentes áreas de la vida de las personas, como sus intereses, comportamientos, valores y aspiraciones.
En cuanto al acoso sexual en el transporte público, la construcción social del género tiene un papel importante; ya que, desde temprana edad, a hombres y mujeres se les enseña a comportarse de ciertas maneras con roles y expectativas basadas en su género, estas expectativas pueden contribuir al acoso sexual en el transporte público.
Los roles de género tradicionales transmiten la idea de que los hombres deben ser dominantes y agresivos, mientras que las mujeres deben ser sumisas y serviciales; lo que causa que algunos hombres consideren que está bien intimidar o acosar a las mujeres en público, porque ha sido parte de la construcción de su masculinidad desde un rol dominante y agresivo.
​​El acoso sexual en el transporte público es un tipo de violencia que sufren tanto mujeres como hombres, es una realidad que lo viven con mayor frecuencia las mujeres; sin embargo, lo principal es aclarar que lo sufren todas las personas sin importar su edad, sexo, género o condición económica. Por lo tanto, se debe motivar a las personas a denunciar este tipo de realidades y promover una cultura de respeto y paz.

Algunos elementos importantes para considerar en la teoría de género son,

Patriarcado

El patriarcado es un sistema social en el que los hombres tienen más poder y privilegios que las mujeres. Se basa en la idea de que los hombres son superiores a las mujeres y tienen derecho a controlarlas y dominarlas.

Género

El género es una construcción social, sobre las expectativas y roles que la sociedad le da a hombres y mujeres en función de su sexo; no es algo que esté determinado biológicamente, por el contrario, es una construcción cultural, social e histórica.

Violencia de género

La violencia de género se encuentra relacionada con el patriarcado, el cual considera que los hombres tienen el derecho de controlar a las mujeres y la violencia se considera una forma aprobada de hacerlo.
La violencia de género no solo es física, sino también simbólica y psicológica; la violencia simbólica es la discriminación y exclusión social que sufren las mujeres, mientras que la violencia psicológica es la manipulación, control y maltrato emocional que muchas mujeres experimentan en sus relaciones interpersonales.
De este modo la violencia de género se puede definir como: Cualquier acción u omisión que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a una persona, por su género, tanto en el ámbito público como en el privado. Se incluye todas las violaciones a los derechos de las personas debido al género. (Ramellini, 2009, p52)

Estereotipos de Género

Los estereotipos de género son un conjunto de ideas y expectativas que desde la sociedad se utilizan para explicar la forma de comportarse y los roles que deben tener los hom­bres y las mujeres.
En los estereotipos masculinos se puede encontrar: la fortaleza, la seguridad en sí mismo, la incapacidad emocional o la agresividad. En los femeninos: la dulzura, la sumisión o la delicadeza.

Los estereotipos de género causan desigualdad entre los sexos, promueven la discriminación e impiden el desarrollo de las capacidades y las oportunidades de ser de cada persona. A las mujeres y niñas les quitan independencia, limitan sus derechos a la igualdad de oportunidades y a los hombres y niños les niegan el derecho a la expresión de sus sentimientos.

Masculinidad

La masculinidad es el conjunto de expectativas y roles que se le dan a los hombres socialmente, es una construcción social, aprendida y transmitida en el proceso de socialización.
Por lo tanto, los hombres deben comportarse según se defina la masculinidad en su cultura. No hay una masculinidad única, sino muchas identidades masculinas y maneras de ser hombre en nuestras sociedades.
La masculinidad tradicional está formada por un grupo de creencias, actitudes y conductas que buscan el poder y la autoridad sobre las personas que consideran más débiles. Para obtener esa dominación utilizan el control, la imposición y la violencia.
Las principales víctimas de esta construcción masculina del mundo son las mujeres; pero los hombres también son víctimas de sí mismos.

Masculinidad Positiva

La masculinidad tradicional tiene un impacto negativo en la vida de los hombres, al limitar y afectar su salud mental y emocional. Siendo dañino para la sociedad en general.
Es necesario motivar una masculinidad positiva mediante la cual los hombres puedan decir sus emociones, ser respetuosos con los demás y vivir de manera auténtica.
Se debe entender que la masculinidad no es ser dominante, agresivo, competitivo, exitoso o fuerte; porque estas ideas causan muchas conductas violentas; por el contrario, saber que la virilidad es ser sensato, poder expresar los sentimientos, tener la capacidad de ponerse en el lugar del otro y buscar soluciones a los conflictos hablando pacíficamente.
Los hombres se guardan sus ansiedades, miedos y muestran cierta imagen de ellos mismos; esa angustia interior puede crecer por no poder expresar sus verdaderas ideas y emociones, ya que les persigue el miedo a ser rechazados si las muestran; debido a la masculinidad tradicional que los obliga a ser de manera contraria a su sentir para ser aceptados socialmente.
La intención es ser un varón justo y respetuoso, sin justificarse, por el machismo perdido o hacerse la víctima; se necesita explicar a niños, jóvenes y adultos que ser hombre no impide ser dulce, sensible o cariñoso; así como enseñarles a atender sus necesidades domésticas, a compartir responsabilidades en el hogar, que puedan reconocer el dolor, las angustias, expresar los sentimientos, pedir ayuda, buscar apoyo y consejo. Explicar que no deben demostrar que son fuertes, valientes y que no está mal no serlo; que puedan comprender que ser heterosexual no es lo mismo que ser hombre o ser masculino y que hay que pedir permiso para tener contactos sexuales y aceptar las negativas.

Identidad Femenina

Es como las mujeres se ven a sí mismas y se relacionan con el mundo que les rodea, de acuerdo con lo que la sociedad les manda como parte de su feminidad. Muchos factores influyen en la construcción de la identidad femenina, como: la cultura, la religión, la educación y la familia.
Socialmente se establecen todas las normas, obligaciones, comportamientos, pensamientos y capacidades que se le exige tener a las mujeres por ser biológicamente mujeres.
Según las normas sociales ser mujer implica vivir siendo inferior, con menor poder en la vida pública y en muchas esferas de la vida privada. La identidad no se construye en un tiempo determinado, se forma y se refuerza con las experiencias vividas.
Existen diferencias entre la identidad asignada y la autoidentidad; la identidad son los pensamientos, representaciones y afectos; es decir, cómo me pienso y pienso a los demás; cómo me represento y represento a los demás y cómo me siento y siento a los demás.
En la vida privada y pública se ha creado un discurso que dice cómo deben ser y lo que deben hacer las mujeres y los hombres a través de una serie de mitos sociales; muchos de estos mitos en el caso de las mujeres y las niñas, han permitido que sean más vulnerables ante las diferentes formas de violencia.
Se busca que las mujeres puedan formar su identidad femenina con base a lo que piensan y sienten de sí mismas y no de acuerdo con lo que la sociedad les exige ser; que reconozcan que son fuertes, valientes, capaces, independientes y que, además, pueden tener puestos de poder y trabajo que socialmente sólo los hombres han ocupado.

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