El lenguaje claro y sencillo es una herramienta importante para demostrar empatía y facilitar la comunicación entre choferes y pasajeros. Utilizar un lenguaje comprensible, sin tecnicismos ni jergas complicadas, permite que los pasajeros se sientan cómodos y comprendidos, independientemente de su nivel de educación o conocimiento sobre el servicio.

Claridad en las instrucciones: A la hora de dar indicaciones, es fundamental que los choferes utilicen frases claras y directas. Explicar las rutas, horarios o procedimientos de una manera sencilla, ayuda a evitar malentendidos y frustra menos a los pasajeros. Por ejemplo, en lugar de utilizar términos técnicos sobre el funcionamiento del autobús o las rutas, los choferes deben optar por explicaciones simples y accesibles para cualquier persona.
Tono amigable y paciente: Además de la claridad en el lenguaje, es importante que los choferes mantengan un tono amigable y paciente, especialmente cuando un pasajero parece confundido o necesita más tiempo para procesar la información. Esto no solo demuestra empatía, sino que también facilita el entendimiento y la cooperación.