Evaluación por competencias vs. evaluación tradicional

El primer punto relevante por aclarar es que ambos enfoques son importantes y permiten visualizar de forma distinta el avance y el logro de las capacidades.

Sin embargo, el INA hace varios años optó por cambiar hacia la evaluación por competencias.

Se incorpora este tema debido a que todavía se encuentran en ejecución y posiblemente en oferta, servicios de formación (programas) o capacitación (cursos), con un enfoque evaluativo tradicional.

La evaluación tradicional y la evaluación por competencias son dos enfoques distintos para medir el aprendizaje y el desempeño, con diferencias fundamentales en sus objetivos, métodos y criterios.

A continuación, hemos preparado un resumen que prioriza las principales diferencias entre cada forma de evaluación.

El pasar de un enfoque tradicional (en el cual el esfuerzo de la persona estudiante muchas veces se ve reflejado en un número), a un enfoque por competencias (como el del INA, que se visualiza distinto), puede ser al inicio confuso de comprender, tanto para la persona docente como para la persona estudiante.

Posiblemente genere dudas en el estudiantado, generando preguntas como “¿cuál es la nota?”, y puede ser que al inicio, los y las estudiantes se sientan perdidos(as) sobre su desempeño (e incluso se pregunten “¿lo estoy haciendo bien?”); y lo mismo le puede pasar a la persona docente.

Sin embargo, es importante que, en el enfoque por competencias, se evalúan capacidades, habilidades, destrezas y actitudes de forma integral.

La evaluación de proceso más la evaluación de resultados brindan una visión completa sobre el logro de lo que se le solicite al estudiantado, en el programa o curso.

Para ello, el acompañamiento de la persona docente es vital. La elaboración de los instrumentos y una evaluación objetiva con indicadores medibles y observables, harán que esa incertidumbre sea menor.