Según Pritchard (2004), apenas nos estamos dando cuenta del papel ecológico de las tortugas marinas, el cual va desde mantener sanos los lechos de pastos marinos y arrecifes coralinos, hasta el control de la reproducción de medusas, esponjas, corales, moluscos, tunicados, peces y macroalgas (Contreras Salazar, 2008).
Tampoco se puede pasar por alto la gran cantidad de huevos que llegan a producir en una temporada.
El autor señala que se pueden alcanzar hasta los mil huevos. Asimismo, menciona que las tortugas marinas trasladan la productividad de los mares a la tierra, en forma de huevos ricos en grasas y proteínas.
Es decir, adquirieron energía del mar para poder crecer, reproducirse y llevar sus huevos a tierra, para que organismos terrestres la incorporen mediante el consumo de sus huevos.
Es por ello que, según el autor, uno de cada mil huevos llegará a ser una tortuga marina adulta, capaz de generar descendencia y demás huevos o crías. Hay una transferencia de energía del mar a la tierra gracias a ellas.
Comunidades como Ostional y Drake viven de la presencia de estas tortugas marinas. Ostional no sería lo mismo sin estos reptiles.
Cada tortuga que muere de forma incidental repercute en la economía de las comunidades costeras dado que, gracias a ellas, existe un turismo ecológico de observación y manejo responsable, para que miles de personas por año conozcan sobre su biología y reproducción.
Un estudio hecho en Drake por González Paredes & Melero Duro (2014), menciona los usos que se le dan a la tortuga marina en tierra.
Figura: Coste de reemplazamiento se divide en 2: uso directo y uso pasivo, donde el uso pasivo maneja la conservación, biodiversidad y valor existencial, y el directo se subdivide en usos consultivos, que involucra el comercio de caparación, carne, huevos y otros derivados; y en usos no consultivos, que se encargan del proyecto de conservación y ecoturismo. Los usos directos y pasivos se le dan a la tortuga marina cuando llega a tierra, según González y Melero (2014).
No solamente pensemos en el Pacífico. En el Caribe, existe la actividad turística de observación de tortugas marinas en desoves, como lo es Tortuguero, Parismina y Gandoca.
Las personas turistas llegan a las comunidades, se hospedan, consumen y pagan por los servicios de guiado.
Esto genera un encadenamiento productivo importante. Cada vez que nosotros en el mar liberemos una tortuga viva, en tierra una persona que vive del turismo obtendrá sendos beneficios económicos. Es ganar y ganar.
Se vincula la ayuda de biólogos(as) expertos(as) que van a llevar los datos al día y generarán información nunca vista en la zona costera. Ello demandará la visita de personas voluntarias que les ayuden en el patrullaje, elaboración y cuido del vivero y de los neonatos.
Tan solo en Drake, el uso no consuntivo (ecoturismo e investigación) generó a la comunidad en una temporada $27 084, algo que jamás el uso consuntivo (comercio de huevos y consumo de carne) generaría (González Paredes & Melero Duro, 2014).
Vale más una tortuga viva que muerta, para las comunidades costeras y los ambientes marinos.
Funcionamiento de un ecosistema marino sin tortugas marinas
Hoy en día vemos como hay muchas medusas en redes y adheridas a las líneas de pesca. Las medusas consumen plancton, se alimentan de él preferencialmente. Al matar al plancton, la productividad marina del mar decae y, por ende, llega a repercutir en la pesca misma.
Los marlines, dorados, espadas, velas y demás peces de escamas, se alimentan de plancton en sus etapas tempranas de vida como larvas. Si hay aumento de medusas y esponjas, competirán fuertemente con los peces de nuestro interés de captura, limitando sus poblaciones y aumentando el esfuerzo de captura por parte de las embarcaciones de palangre y demás tipos de pesca.
Las esponjas y las algas competirían por espacio dentro del arrecife coralino, hasta llegar al punto que los asfixiaría, envolviéndolos con sus frondas u hojas y creciendo sobre ellos organismos no deseados como las esponjas y tunicados.
La muerte de los arrecifes coralinos representa la muerte de la vida marina.
Los arrecifes de coral son los bosques del mar. De ahí nacen todas les especies marinas de interés pesquero y turístico.
Sin tortugas marinas que controlen a las esponjas, tunicados y algas, el coral muere irremediablemente. La pesca, por lo tanto, se arruina al no tener un ecosistema donde los peces se reproduzcan y dejen sus larvas crecer hasta la adultez.
Las tortugas marinas son tan importantes como el resto de la vida marina.
Estado de conservación de las principales especies que aparecen como pesca incidental en las líneas de pesca en Costa Rica según la lista CITES
Todas las tortugas marinas están en peligro de extinción. Son muy vulnerables al cambio climático, cambios de uso de suelo en las zonas costeras donde comúnmente van a desovar, contaminación, destrucción de hábitat marinos, captura de pesca incidental y fantasma, lo cual se convierte en amenazas para la supervivencia de estas especies.
El MINAE (2018) y Córdova, Acuña-Perales, Alfaro-Córdova , Alfaro-Shigueto, & Mangel (2020), clasifican a cada especie como lo repasamos a continuación.